La trata de esclavos sufrida por los nativos de Isla de Pascua y la casi total extinción vivida por la población pascuense, hizo que su cultura e historia se haya perdido casi por completo. Hoy sólo los pocos escritos que hay en la isla y las leyendas transmitidas de forma oral entre los isleños, son la única pista que nos permiten explicar y tratar de comprender su cultura. Revisemos a continuación las principales historias que rodean Rapanui.
Los siete exploradores
Una de las principales leyendas sobre el origen de los nativos en la isla, cuenta que el rey Hotu Matu’a, habitante de una isla de la polinesia llamada Hiva, soñó un día que su tierra se hundiría y desaparecería para siempre. Muy preocupado y con esta visión en su cabeza decidió enviar a siete de sus mejores hombres a buscar un nuevo lugar donde su pueblo pudiera vivir.
Tras varias semanas de navegación, los exploradores encontraron Isla de Pascua, una zona de tierra sobre el mar que les pareció muy fértil y de clima similar a sus raíces. Tras este gran descubrimiento, el rey Hotu Matu’a, fue a colonizar esta isla inhabitada junto a su mujer, madre, hermana y 100 hombres de su pueblo.
Al llegar ahí la hicieron su nuevo hogar y la nombraron «te pito o te henua», que en español significa «el ombligo del mundo».
Obviando la parte del sueño premonitorio y la travesía de los primeros hombres que duró sólo una semana, podemos decir que esta leyenda no se escapa mucho de la realidad. Los principales historiadores que han escrito sobre Isla de Pascua creen que sí fue el rey Hotu Matu’a de Hiva el hombre que colonizó la isla, pero sus razones principales fueron expandir su territorio. Creen también que el viaje en busca de tierras tomó meses y que no fueron siete hombres, si no más bien siete de las familias más importantes.
El Dios creador
Esta es una de las creencias más importantes para los isleños. Los primeros nativos de la isla creían ciegamente en Make Make, el Dios supremo de todo el universo y quien se sentía muy solo en el mundo.
Tras haber creado la tierra sintió que algo le faltaba. Mientras reflexionaba sobre la soledad mirando su reflejo en el océano, un pájaro se posó en su hombro. Fue en ese momento que muy sorprendido por la valentía de esta criatura, Make Make decidió unirlo con su forma y dar origen al primer hombre (mitad humano, mitad pájaro).
Este hombre pájaro sería una especie de Dios dentro de la tierra, pero Make-Make sentía que aún faltaba algo. Fue así que decidió crear a un hombre igual a el, tanto en cuerpo y mente. Tomó unas piedras volcánicas, pero no lo logró. Trató de hacerlo con el mar, pero nada, nuevamente fue un fracaso. A punto de rendirse, tomó arcilla roja, la moldeó con forma humana y por fin sus resultados fueron satisfactorios, ¡logró crear al hombre!
Pasado un tiempo y viendo la soledad de su creación, tomó una de las costillas de la primera persona y creó a su pareja, la mujer.
Esta leyenda toma mucha relevancia dentro de la cultura rapanui, quienes glorifican y dan culto a través de bailes y ceremonias, a Tangata Manu, el hombre pájaro y la primera creación de su dios. Sus vestimentas tradicionales están también rodeadas de plumas para conmemorar la gran creación de Make-Make.
El Mana
Los isleños nativos de Isla de Pascua le daban mucha importancia a sus ancestros muertos. Según sus creencias, ellos poseían un poder llamado mana con el que podían intervenir en todo lo que ocurría en el día a día: las cosechas, los cultivos, el clima, la salud de los animales, etcétera.
Con el fin de venerar y canalizar el mana de sus antepasados, construían a los enormes gigantes de piedra llamados Moai, quienes una vez terminado hacían reencarnar a sus ancestros en estas esculturas para que protegieran las tribus y la isla.
La traducción exacta de los cabezones es el rostro vivo de nuestros ancestros, y hace referencia a la leyenda y los poderes que tenían sobre su cultura.
Moai Kava Kava
El Moai Kava Kava es una artesanía típica de Isla de Pascua pero que cuenta con una oscura historia. Cuenta la leyenda que Tu’u Koihu, el hijo mayor del Hotu Matu’a, se encontró un día con dos espíritus de cuerpo esquelético dormidos en la isla. Su mala suerte hizo que estos se despertaran y vieran que los habían descubierto.
Su presencia en rapanui debía ser secreta, así que estos espíritus decidieron seguir y vigilar por dos días y dos noches al hijo del rey con el fin de que no contara nada. Él prometió no hacerlo, y las almas le creyeron. Tras un tiempo más de vigilia decidieron irse y confiar en su palabra.
Cuando Tu’u Koihu notó que ya se habían ido, corrió a una cueva, tomó un pedazo de madera y talló la figura de su visión. Era la única prueba que tenía sobre lo que había ocurrido y la única forma de que su familia le creyera. Desde ese día y hasta el día de hoy las figuras de los Kava Kava se utilizan y tallan para alejar a los malos espíritus que rodean la isla.
El anzuelo rapanui
Los anzuelos eran uno de los objetos más preciados para los isleños. Con él lograban pescar, mantenían a su familia y lograban la supervivencia de la población. Siendo un objeto tan importante dentro de la cultura, tiene también su historia.
Según la leyenda, un joven pescador llamado Ure Avai, y quien venía de una antigua y conocida familia de pescadores, estaba frustrado con sus resultados en el mar. No lograba satisfacer las expectativas de su padre y era una vergüenza para sus compañeros de pesca.
Como todos los pescadores de la isla, utilizaba anzuelos construidos en piedra, pero por alguna razón, su técnica no daba resultado. Una tarde, ya casi rendido en este oficio, decidió rezar al dios de la pesca Mea Kahi y fue ahí que tuvo una aparición. El dios le dijo que fuera a la cueva donde estaba enterrado su abuelo y tomara parte de su fémur para tallar un nuevo anzuelo.
Ure Avai siguió las indicaciones y al día siguiente construyó su nueva herramienta de trabajo. Una vez sobre el bote decidió probarla y la sorpresa fue tal que volvió a su casa con una pesca sorprendente, la mejor del año en toda la isla.
Su éxito constante en la pesca desató la envidia de sus compañeros, quienes a la fuerza trataron de que revelara su secreto. Tras una intensa batalla que acabó con la vida de nuestro protagonista, los asesinos robaron su barco y encontraron ahí el primer anzuelo hecho de hueso y no de piedra. Desde ese día todos los isleños comenzaron a utilizar el mismo material para sus herramientas y la comida no volvió a faltar en la zona.
Esta historia busca explicar por qué a diferencia de otras islas de la polinesia, los anzuelos están hechos con restos humanos y no de animales. La explicación histórica más probable, es que sea debido a la falta de una fauna de de gran volumen de la que se pudiera extraer el material.
Autodeterminación y soberanía del mar Al mando del pueblo Rapa Nui !
Muy buena información. Me sirvió para un trabajo de Lenguaje.
No encuentro el mito pero es muy importante la información que está dando 😁